Después de hacer
este ejercicio, la profe nos pasó los materiales para hacer nuestras máscaras,
como yo nunca había hecho una le pedí a la Javi, que ella me la hiciera primero
para que me explicara como se hacía y después poder hacerla yo. Reconozco que
fue muy relajante que me hicieran la máscara, casi me quedo dormida en un
momento, aunque también fue extraña la sensación de no poder hablar ni ver nada
y de no saber cómo estaban saliendo las cosas. Después de un rato la máscara
estuvo lista para sacarla y después de lavarme la cara, era momento de yo hacerle
la máscara a la Javi, comencé muy nerviosa, ya que no soy muy buena para las
cosas manuales, el arte nunca ha sido mi fuerte, pero de a poco le agarré el
ritmo y la máscara de mi compañera empezó a tomar forma, en un momento cuando
ya le había tapado la boca y los ojos se empezó a reír, no me acuerdo de que, y
me costó un poco aguantar la risa y tratar de tranquilizarla para que no se
rompiera la máscara, al final no pasó nada, pero me apuré en terminar para que
no pasara nada más.
Después de terminar todo
pudimos observar mejor como nos habían quedado las máscaras y como evidenciaban
nuestros rasgos, esto me hace pensar en lo únicos y diferentes que somos todos
y no solo por fuera, después de eso nos sacamos algunas fotos con mis amigas y
sus máscaras y de ahí ordenamos un poco, ya que habíamos ensuciado mucho todos
y no es la idea que otros limpien lo que uno ensucia, por lo menos a mí nunca
me ha gustado. Después de terminar esto, cada uno marcó su máscara y la guardó.
Es así como terminó nuestra tercera clase de estrategias.
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